Esta área está compuesta por dos conjuntos de surgencias con petroglifos, que están muy cerca unos de los otros, por lo que se pueden ver ambos dando un pequeño paseo por el camino habilitado que los une, y desde lo que se puede disfrutar también de una de las mejores vistas del Val del Lérez de todo el ayuntamiento.
Este valle explica en parte a gran concentración de petroglifos en el ayuntamiento, ya que el río sería una gran vía de comunicación en la prehistoria, y podemos ver cómo muchos de los conjuntos de grabados se sitúan en las laderas de este valle, o en zonas que lo dominan visualmente.



Para ambos conjuntos recomendamos la visita de mañana, ya que por la orientación de la zona es el sol de las primeras horas lo que proporciona las mejores condiciones de luz para ver estos grabados.
Los grabados de Matabois se conocen desde muy antiguo y ya fueron declarados Bienes de Interés Histórico Artístico (lo que hoy en día es BIC) en el año 1974.
Aunque podemos ver todo tipo de motivos, tanto geométricos como naturalistas, destacan especialmente los geométricos, sobre todo en la zona de Pantrigo. Aquí podemos ver complejas combinaciones de círculos concéntricos que se sitúan aprovechando las protuberancias y formas de las piedras en las que se asientan, jugando con el soporte natural para hacerse más visibles.
El área de Matabois es especialmente conocida por las representaciones de armas de la Edad del Bronce, podemos encontrar puñales y una posible espada. Las representaciones de armas son especialmente importantes, ya que nos ayudan a datar el conjunto de los petroglifos al representar los puñales, espadas y alabardas que conocemos en el registro arqueológico, y que se correspondes con los de la Edad del Bronce.
Destacan también las huellas de animales que podemos ver grabadas en alguno de los paneles.
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